Trabajar de pie: Beneficios de este simple hábito

trabajar de pie

Trabajar en posición sentada durante largos períodos de tiempo se ha convertido en la norma en muchos entornos laborales modernos.

Sin embargo, diversos estudios científicos han demostrado las numerosas ventajas de incorporar el trabajo de pie en nuestras rutinas diarias. Desde quemar más calorías y mejorar el metabolismo, hasta reducir el riesgo de cáncer y promover una mejor postura, son innegables las ventajas de incorporar el hábito de trabajar de pie.

En este artículo, exploraremos el impacto positivo que trabajar de pie puede tener en nuestra salud y bienestar general. Además, también ofreceremos consejos y recomendaciones como esta mesa elevable sobre cómo incorporar más trabajo de pie a nuestra jornada laboral.

Gasto calórico, metabolismo y riesgo de cáncer

Una de las notables ventajas de trabajar de pie es el mayor gasto calórico comparado con el de sentarse. Cuando una persona permanece de pie, su cuerpo utiliza más energía, lo que se traduce en una mayor tasa metabólica. Este metabolismo elevado ayuda a quemar más calorías a lo largo del día, lo que puede ser especialmente beneficioso para las personas que desean controlar su peso o iniciar un esfuerzo de pérdida de peso. Además, varios estudios científicos han señalado la posible relación entre el exceso de tiempo sentado y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de colon y el de endometrio. Al incorporar el trabajo de pie a la rutina laboral, las personas pueden reducir su tiempo total de sedestación y, potencialmente, disminuir su riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.

Además, el hecho de trabajar de pie también contribuye a mejorar los niveles de azúcar en sangre e insulina. Las investigaciones han demostrado que alternar entre estar sentado y de pie a lo largo de la jornada laboral puede dar lugar a niveles más estables de azúcar en sangre, así como a un mejor respuesta a la insulina. Estas mejoras metabólicas son cruciales no sólo para el control del peso, sino también para reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y otros problemas de salud relacionados. Por tanto, el impacto del trabajo de pie en el metabolismo y la regulación del azúcar en sangre pone de relieve su potencial como enfoque valioso para promover la salud metabólica en general y reducir el riesgo de trastornos metabólicos.

Otro beneficio significativo del trabajo en posición de pie es el efecto positivo que puede tener en la reducción de la probabilidad de desarrollar ciertos problemas musculoesqueléticos y en la mejora de la postura general. Cuando una persona está de pie, naturalmente se anima a implicar los músculos centrales y mantener una postura más erguida y alineada, reduciendo la tensión sobre la columna vertebral y apoyando la curvatura natural de ésta. Además, trabajar de pie puede ayudar a aliviar algunos de los malestares comunes asociados a la posición sentada prolongada, como la tensión de los flexores de la cadera y una postura de hombros redondeados. Al fomentar una postura más neutra y ergonómicamente más adecuada, el trabajo de pie puede contribuir a reducir el riesgo de desarrollar dolores crónicos de espalda y cuello, así como otros problemas relacionados con la postura.

Corrección de la postura

Además de los beneficios para la salud física, trabajar de pie ofrece la oportunidad de corregir y mejorar la postura. Muchas personas que pasan largas horas sentadas frente a una mesa pueden desarrollar hábitos posturales deficientes, que pueden dar lugar a diversos problemas musculoesqueléticos y molestias. Al pasar a trabajar de pie, las personas tienen la oportunidad de readaptar su postura y desarrollar hábitos posturales más adecuados y sostenibles. Esto puede implicar mantener conscientemente una columna vertebral recta y alineada, asegurarse de que los hombros están relajados y no encorvados hacia delante, y prestar atención a la colocación de la cabeza y el cuello en relación con el resto del cuerpo. Con el tiempo, estos ajustes y el aumento de la conciencia postural pueden contribuir a la mejora gradual de la alineación postural general, reduciendo la tensión sobre el sistema musculoesquelético y promoviendo una salud a largo plazo de la columna vertebral y la espalda.

Además, trabajar de pie fomenta un movimiento y un cambio más frecuentes de postura corporal, lo que puede contribuir aún más a prevenir el impacto negativo de la postura sentada prolongada en la salud postural. Cambiar regularmente de postura y evitar periodos prolongados de postura estática, ya sea sentado o de pie, es esencial para mitigar el desarrollo de desequilibrios posturales y las molestias relacionadas. Por tanto, la oportunidad de centrarse en la postura y corregirla activamente mientras se trabaja de pie es un aspecto valioso de los beneficios generales que puede ofrecer para el bienestar físico y la salud musculoesquelética.

Salud cardiovascular y estrés

Otra ventaja significativa de integrar el trabajo de pie en la rutina laboral es la posibilidad de mejorar la salud cardiovascular. Cuando las personas están de pie, ponen en funcionamiento grandes grupos musculares, lo que favorece una mejor circulación y flujo sanguíneo en todo el cuerpo. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas circulatorios y afecciones cardiovasculares relacionadas. Además, permanecer de pie y la implicación de los músculos para sostener el cuerpo en posición vertical pueden contribuir a mantener unos niveles saludables de tensión arterial. Con el tiempo, estos beneficios cardiovasculares pueden reducir el riesgo de enfermedades del corazón y otras afecciones cardiovasculares, lo que pone de manifiesto el impacto positivo de estar de pie en la salud general del corazón.

Además de los beneficios físicos, la acción de estar de pie mientras se trabaja también puede influir positivamente en el bienestar mental, especialmente en lo que se refiere a los niveles de estrés y el estado de ánimo. Se ha asociado el aumento de la actividad física con una disminución de los niveles de estrés y una mejora del estado de ánimo, y la incorporación de estar de pie a la jornada laboral ofrece a las personas la oportunidad de incorporar más movimiento y actividad física. Estos breves momentos de actividad, incluso en forma de estar de pie, pueden contribuir a la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores que producen sensación de bienestar, lo que conduce a un estado de ánimo más positivo y elevado. Además, la reducción del comportamiento sedentario mediante estar de pie puede ayudar a reducir la sensación de fatiga y a fomentar el estado de alerta mental, contribuyendo en última instancia a un estado mental más relajado y menos estresado.

Realza el estado de ánimo

En consonancia con su potencial para reducir el estrés, la incorporación de estar de pie a la rutina laboral también ofrece la ventaja de mejorar el estado de ánimo en general. El aumento de la actividad física, incluso en forma de estar de pie, puede estar relacionado con una mejora del estado de ánimo y una reducción de la sensación de ansiedad y depresión. Realizar más movimientos a lo largo del día, incluyendo periodos de estar de pie mientras se trabaja, puede contribuir a una sensación de vitalidad y a un estado emocional más positivo. Al evitar periodos prolongados de estar sentado y fomentar un estilo de trabajo más físicamente activo, las personas pueden experimentar una elevación de su estado de ánimo general y una mayor sensación de bienestar general.

Ayuda a evitar el comportamiento sedentario y fomenta la actividad física

Una de las ventajas más significativas de trabajar de pie es el impacto directo que tiene en evitar el comportamiento sedentario y fomentar la actividad física en general. En un entorno laboral moderno en el que muchas personas pasan largas horas sentadas frente a un escritorio, la oportunidad de incorporar el estar de pie a la rutina laboral ofrece un valioso medio de romper los periodos sedentarios e introducir más movimiento. Esto puede ayudar a combatir los efectos negativos para la salud asociados al sedentarismo excesivo, como un mayor riesgo de enfermedades crónicas y una disminución de la forma física. Además, permanecer de pie y la implicación de los músculos asociada al trabajo contribuyen a un estilo laboral más dinámico y activo, que puede dar lugar a un mayor gasto energético diario en general y a un entorno laboral más estimulante físicamente.

Incorporar estar de pie y el movimiento a la jornada laboral es especialmente beneficioso para mejorar la movilidad general y reducir el riesgo de problemas relacionados con la movilidad que pueden derivar de permanecer sentado durante mucho tiempo. Al animar a las personas a mantenerse de pie y moverse a lo largo del día, trabajar de pie puede contribuir a una mejor salud de las articulaciones, una mayor flexibilidad y un menor riesgo de desarrollar limitaciones de movilidad. Además, la mayor implicación muscular asociada a trabajar de pie puede favorecer la salud musculoesquelética general y reducir el riesgo de desequilibrios musculares y debilidad que pueden derivarse de permanecer sentado en exceso. Por tanto, la promoción de la actividad física y la movilidad mediante el trabajo de pie es un aspecto clave de su impacto general en el apoyo y mejora del bienestar físico.

Consejos para trabajar de pie

Para las personas que estén pensando en pasar a trabajar de pie, hay varios consejos importantes que deben tener en cuenta para asegurarse una experiencia satisfactoria y beneficiosa. En primer lugar, es fundamental invertir en calzado adecuado y cómodo que proporcione un apoyo y amortiguación adecuados, ya que ello puede influir significativamente en la comodidad y sostenibilidad del trabajo de pie. Además, es importante aumentar gradualmente el tiempo de permanencia de pie para permitir que el cuerpo se adapte y desarrolle tolerancia a esta nueva postura laboral. Esto puede implicar empezar con incrementos cortos de tiempo de pie e ir aumentando gradualmente la duración con el tiempo.

Además, es esencial prestar atención a la configuración general del puesto de trabajo y asegurarse de que el área de trabajo de pie está diseñada ergonómicamente para favorecer una postura de pie sana y sostenible. Esto puede incluir la utilización de mesas elevadoras ajustables a la altura y preferencias de trabajo individuales, la incorporación de alfombrillas antifatiga de apoyo para reducir la presión sobre los pies y las piernas, y el mantenimiento de una colocación adecuada del monitor y el teclado para favorecer una postura neutral cuando se está de pie. Cambiar de postura con regularidad, estirar y dar pequeños paseos mientras se está de pie también puede contribuir a que la experiencia de trabajo de pie sea más cómoda y beneficiosa.

Además, es importante encontrar un equilibrio entre estar sentado y de pie a lo largo de la jornada laboral, ya que alternar entre ambas posturas puede ayudar a prevenir las posibles desventajas de pasar demasiado tiempo en cualquiera de ellas. Encontrar un ritmo que implique un movimiento y cambios de postura regulares es clave para obtener el máximo beneficio tanto de estar sentado como de pie mientras se trabaja. Por último, escuchar al cuerpo y prestar atención a cualquier signo de malestar o fatiga es crucial, y las personas deben hacer los ajustes necesarios para garantizar una experiencia de trabajo de pie positiva y sostenible.

Conclusión

En conclusión, hay numerosos beneficios de incorporar el hábito de trabajar de pie a las rutinas diarias. No sólo aumenta la quema de calorías y mejora el metabolismo, sino que también tiene efectos positivos en la postura, la salud cardiovascular y el estado de ánimo en general. Alternar entre estar sentado y de pie también puede ayudar a reducir los riesgos para la salud asociados a permanecer sentado durante mucho tiempo. Con la ayuda de algunos consejos, trabajar de pie puede ser una forma sencilla y eficaz de promover la actividad física y mantener un estilo de vida saludable.