¿Estás pensando en cambiar de trabajo? ¿Sientes que tu trabajo actual no llena tus expectativas? Lo primero que debes saber es que es normal llegar a este punto.
Ya sea que estés en tu primer trabajo o que lleves años allí, existen ocasiones en las que considerarás cambiar de trabajo. Pero, esto es una gran desición, por eso aquí te dejo algunas razones por las que deberías tomar ese paso.
Existen muchos motivos por los cuales puedes pensar en cambiar de trabajo. Ya sea porque no te sientes valorado, porque se te presentan nuevas posibilidades de empleo, o incluso por malos tratos.
Pero, es muy importante que no tomes ninguna decisión apresurada. Debes pensarlo muy bien y tener en cuenta todas las posibles ventajas o desventajas de dejar tu trabajo actual. Aunque hay momentos en que las señales son bastante claras y que te hacen decir “quiero cambiar de trabajo ya mismo”.
De esas señales quiero hablar hoy. Muchas personas les cuesta dejar su trabajo porque tienen una buena relación con tus compañeros, les guste la empresa o ya están acostumbrado a las cosas que hacen a diario.
Pero, esas cosas que te atan, es lo que muchos llaman “zona de confort”, y te hacen querer continuar en lo ya conocido y que crees que es lo más seguro. Sin embargo, salirte de tu zona de confort suele traer muchos beneficios a tu vida.
Razones por las que deberías cambiar de trabajo
Aunque, muchas veces la comodidad no suele ser la razón principal por la que queremos cambiar de trabajo. Muchas veces pueden presentarse ciertas alertas que te indican que tienes que cambiar de trabajo lo más rápido posible como son:
#1 Atrasos en los pagos
El objetivo principal por el que todos trabajamos es para obtener una remuneración y cubrir nuestras necesidades económicas y, aunque tu trabajo te guste mucho esto no debería faltar nunca.
Por lo que si de repente, sin ninguna razón válida, en tu empresa comienzan a ser recurrentes los atrasos en los pagos, te pagan a medias en una quincena y te prometen “completar después”, te prometen bonos y no los pagan u otras razones similares, es una señal inequívoca de que debes buscar otro trabajo.
Y además, si te han ofrecido bienes o insumos de la empresa en sustitución del pago, no deberías pensarlo más. ¿Por qué? Lamentablemente, esto es señal de que a la empresa no le va bien y de que en cualquier momento podrían cerrar operaciones, incluso declararse en bancarrota.
Recuerda que la legislación de la mayoría de países contempla la figura del despido indirecto, que es lo mismo que una renuncia obligada por el incumplimiento del contrato laboral, condiciones de trabajo o falta de pago.
#2 No hay posibilidades de crecimiento laboral
Como Maslow lo explicaba en su pirámide motivacional, el ser humano tiene necesidades básicas de crecimiento tanto personal como profesional y, si éstas necesidades no son satisfechas podríamos entrar incluso en un cuadro depresivo.
Si has llegado a un punto en tu trabajo en el que después de unos años no ves la posibilidad de escalar a un cargo superior o no ves que el negocio siga creciendo, podrías necesitar cambiar de trabajo.
Esta situación puede darse en empresas que no tienen un relevo generacional, otros cargos a aspirar ni proyección de crecimiento o expansión. También ocurre en empresas que no te permiten estudiar ni te brindan capacitaciones.
Todo esto se traduce a que estarás atado a un mismo cargo y un mismo salario casi de forma permanente.
#3 Tu trabajo no es valorado
Si bien por el trabajo que realizamos esperamos una remuneración económica, también debe ser fuente de satisfacción y crecimiento personal también.
Puedes llegar a sentir que en tu puesto de trabajo no se te da el reconocimiento que todo tu esfuerzo merece, no te sientes valorado o piensas que tus capacidades son subestimadas, tal vez deberías pensar en buscar un nuevo empleo.
Por supuesto, en este caso, primero podrías conversar con tu jefe o con Recursos Humanos y ver su respuesta. Pero si ves que la situación es muy extrema.
Por ejemplo, si se te niega la promoción a cargos superiores de forma deliberada o, si estás trabajando extra y no se te paga como debe ser, lo mejor sería cambiar de trabajo lo más pronto posible.
#4 Se han presentado renuncias y/o despidos masivos
Una muy mala señal dentro de una empresa es cuando las personas que tienen ya un tiempo laborando dentro de la misma comienzan a renunciar.
Esto puede tener muchas razones, como cambios desfavorables dentro de la organización. O incluso por rumores sobre el cierre de la empresa.
De ser así, lo mejor es que comiences a buscar nuevas oportunidades laborales, pues dichos cambios podrían afectarte. Sin mencionar que cuando el personal se reduce, el trabajo aumenta; más no los salarios.
Otra señal de que las cosas no van bien es cuando comienza a haber despidos masivos y se hacen de forma recurrente. Los despidos de esta índole pueden obedecer a cambios administrativos, pero también pueden deberse a problemas financieros dentro de la empresa.
En todo caso, no deberías esperar a ser el próximo en la lista,lo mejor es que comiences a buscar rápidamente un nuevo empleo. Aquí también te recomiendo asesorarte con un abogado para saber cómo actuar de manera correcta.
#5 Realizan actividades poco éticas, ilícitas o con las que no te sientes cómodo
En ocasiones, puedes encontrarte trabajando en una empresa que realiza actividades contrarias a tus valores morales o éticos, como por ejemplo, evadir impuestos, aprovecharse de vacíos legales para destruir recursos naturales, inflar presupuestos, prácticas abusivas con los clientes, estafa, etc.
También pueden existir situaciones de explotación laboral, amenazas, acoso, malos tratos, entre otros. Y por supuesto no debes bajo ninguna circunstancia tolerar dichas prácticas. Menos aun si son ilegales, pues podrían afectarte en cualquier momento.
Si detectas una situación así en tu empresa, es urgente un cambio de empleo.
#6 Problemas con tus compañeros o superiores
Las relaciones humanas son complejas y están llenas de buenos y malos momentos. Hasta cierto punto, es normal que alguna vez tengas un problema, discusión con un colega o diferencias con tu jefe.
Sin embargo, estas situaciones siempre se deben resolver en un marco de profesionalismo y no deben durar demasiado tiempo.
Cuando las relaciones en el trabajo se vuelven tensas y no permiten el desarrollo profesional de las actividades, si hay malos tratos, discusiones constantes o situaciones de acoso laboral, definitivamente no es el mejor lugar para trabajar.
Ten en cuenta que la ley protege al trabajador de abusos verbales, físicos o psicológicos dentro del trabajo. En caso de ser necesario, puedes pedir ayuda y orientación laboral en el ministerio de trabajo de tu país y renunciar bajo la figura de despido indirecto.
#7 El trabajo te está costando tus relaciones personales
Encontrar el balance perfecto entre tu vida personas y tu vida laboral puedes ser un poco complicado al principio. Es cierto que todo en la vida requiere esfuerzo y sacrificios. Sin embargo, esto no debe costarte el tener una vida plena y disfrutar de actividades con tus seres queridos.
Muchas personas ven como normal llevarse el trabajo a la casa, pero, si el trabajo interfiere constantemente con tus actividades o el estrés que te causa está afectando la armonía en tu hogar, quizás sea hora de irte.
¿Qué clase de interferencias?
Vacaciones canceladas, llamadas frecuentes de tu jefe en tu día de descanso, irrespeto constante del horario de salida, horas extras al límite, viajes fuera todo el tiempo, llevarte a diario trabajo para revisar en casa…
Todo ello puede restarte tiempo de calidad para disfrutar una salida con amigos, compartir con tus hijos o incluso costarte tu relación de pareja al no dedicarle el tiempo que merece.
Piensa si tu trabajo te está costando la felicidad y si es así, no tienes por qué seguir allí. Ve buscando empleo en otro lugar o incluso piensa en emprender tu propio negocio.
Nuevos horizontes
Si ya has tomado la decisión de dejar tu trabajo, ahora debes comenzar a buscar nuevas opciones de empleo y, responder a la pregunta ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?. Esta puede llegar a ser una situación incómoda, por lo que te dejo algunos consejos al respecto para lograr una buena entrevista de trabajo:
Respuestas en positivo
En este tipo de respuesta se centran en los beneficios que tendrás con el cambio de trabajo, los logros que deseas pero que no puedes cumplir en tu trabajo actual, entre otros.
Por ejemplo:
- Búsqueda de un nuevo reto: “Me siento muy a gusto en mi empresa actual, pero me gustaría evolucionar y encontrar nuevos retos que actualmente no tengo y que difícilmente podré tener”.
- Búsqueda de nuevas funciones, asumir nuevas asignaciones, nuevos conocimientos: “Busco un trabajo en el que pueda aplicar nuevas tecnologías tales como… pues temo quedarme en el pasado y en mi empresa actual no es posible”.
- Desarrollo profesional: “Por el tipo de organización, en mi empresa actual ya no puedo progresar más a nivel profesional y me gustaría, a medio plazo, tener la oportunidad de crecer profesionalmente y asumir nuevas responsabilidades”.
- Quieres trabajar en “esa” empresa en concreto: “Me han comentado que su compañía es conocida por el desarrollo profesional de las personas” / “Me interesan los nuevos proyectos que están llevando a cabo”.
Respuestas en negativo
Si lo que te motiva al cambio son los problemas en tu actual trabajo, ten cuidado en tu respuesta. A veces ser completamente sincero puede costarte, pues el entrevistador se pondrá en estado de alerta. Además, hablar mal de tu empresa no te deja bien a ti pues podrían pensar que vas a traer los mismos problemas con ellos.
Por ejemplo, se puede decir “Creo que soy más adecuado para trabajar en una empresa que tenga un fuerte compromiso con (conciliación/ flexibilidad/ innovación/ desarrollo/etc.) de sus empleados y soy consciente que a veces las empresas no pueden hacerlo por… pero para mí es un aspecto muy importante”.
Este enfoque más imparcial te permite ser honesto sin ser negativo, es decir, sin acusar a la actual empresa en la que trabajas.