Cuando piensas en un plato típico de españa seguro que una tortilla de patatas estará entre tu top 10, tanto para los amantes de la cocina como a los que no les apetece mucho cocinar esta receta es ideal.
Hacer la famosa tortilla de patatas es fácil y parece estar al alcance de cualquiera, pero no siempre es así. Aunque a primera vista parece cocina de “principiantes” existen muchos chefs que se resisten a prepararla.
Pero, no te preocupes que aquí te dejo una receta super sencilla, algunos trucos y los errores más comunes para que no los cometas.
¿Dónde nació?
El mérito de este delicioso invento o mejor dicho receta es para la ingeniosa campesina a la que el general Tomás de Zumalacárregui durante el sitio de Bilbao en la Primera Guerra Carlista pidió un alimento nutritivo y barato para sus tropas.
Así lo asegura el experto Javier López Linage en su investigación de 2008. Donde encontró que el origen conceptual de la famosa tortilla de patatas está en Villanueva de la Serena, hacia finales del siglo XVIII.
La patata no fue conocida en Europa hasta que los primeros conquistadores españoles la trajeron de América. Pero a diferencia de otros productos como el tabaco o el cacao, se consideró más como un artículo exótico que como un alimento nutritivo y desde el punto vista culinario no se sabía muy bien qué hacer con ellas
Pero, como ya sabes hoy en día es considerado un alimento super valioso y versátil como lo veremos a continuación.
Receta
Este manjar lleva muy pocos ingredientes, y no es necesario que vayas a un lujoso restaurante para disfrutar una. La clave es que todos los ingredientes estén frescos, que la patata sea rica, que los huevos sean de calidad, un buen aceite de oliva y por supuesto agregarle mucho cariño, yo prefiero cocinar con música de fondo para relajarme y así todo queda mejor.
Esta receta rinde para 4 a 6 personas y necesitarás una sartén de 26 cm. de diámetro.
Ingredientes:
- 5 patatas medianas
- 9 huevos
- 1 cebolla mediana (opcional)
- Aceite de oliva para freír al gusto
- Sal y pimienta
Procedimiento
- Lo primero que debes hacer es pelar y lavar las patatas muy bien.
- Corta las patatas en lonjas muy finitas y la cebolla en cuadritos pequeños.
- Coloca aceite en la sartén a fuego bajo y cuando esté un poco caliente vierte las patatas y la cebolla, espolvorea sal y pimienta negra.
- Después debes subir la temperatura de la cocina durante un minuto para que la cocción comience más rápido, después de calentar el aceite durante ese minuto, baja el fuego nuevamente para que las patatas se confiten suavemente a baja temperatura.
- Tapa la sartén y déjala entre 2 y 3 minutos para que se cocinen, destapamos, revolvemos y volvemos a tapar, espera 2 o 3 minutos para destapar y otra vez revolver, repite este proceso hasta que las patatas estén tiernas.
- Una vez que las patatas y la cebolla estén cocidas, las sacamos a un colador y dejamos escurrir el exceso de aceite.
- Ahora bate un poco los huevos, agrega sal y pimienta, las patatas y revuelve suavemente.
- Ponemos la sartén al fuego, colocamos un poco de aceite y vierte la mezcla de patatas y huevo.
- Espera a que cuaje a fuego medio-alto durante 3 o 4 minutos de un lado, luego con mucho cuidado da vuelta la tortilla con una tapa o un plato y deja cocinar del otro lado, por 2 minutos.
Ten cuenta que los tiempos podrían variar si te gusta más o menos hecha. Y lo mejor es servirla caliente o templada.
Algunos consejos
Un acompañante perfecto para tu tortilla es una ensalada verde de vegetales frescos, unos pimientos fritos o setas y espárragos a la plancha.
Los huevos son lo más importante, te recomiendo que uses huevos ecológicos o de gallinas criadas en libertad pues el color amarillo tipico de ellos es lo más llamativo. Además, no deben estar fríos. Hay que sacarlos de la nevera y atemperarse un poco antes de empezar.
Un truco muy práctico que puedes emplear, en caso de que no tengas una buena sartén para que no se te pegue la tortilla de patata, es cubrir el fondo de la sartén con sal, a continuación debes cocinarla hasta que adquiera un ligero tono tostado, luego retira la sal con papel de cocina y ya puedes utilizar la sartén sin peligro de que se te pegue la tortilla de patata.
En cuanto a la cocción ten presente que el aceite no debe estar demasiado caliente, lo ideal son unos 160 grados. Y durante la elaboración, el fuego ha de ser medio y moderado, para que todo vaya cuajando poco a poco.
Voltear la tortilla es uno de los pasos más difíciles, si no eres muy diestro en la cocina no te recomiendo voltearla en el aire, lo mejor es usar un plato liso más grande que la sartén y hacer un movimiento rápido (una pequeña oración tampoco está de más).
5 Errores que no debes cometer
1. Cuidado con las patatas que sueltan agua
Existen muchos tipos de patatas y te recomiendo que elijas la de tipo secano, de clase agria, esto es, para que no suelte demasiada agua al freír, y de esta forma no se deshaga. La patata Monalisa también es excelente y muy versátil, y la Kennebec, pues es consistente y con poca agua.
2. Escurrir mal las patatas
La tortilla de patatas requiere de unas patatas un poco pochadas y doraditas por abajo, no dejes que queden totalmente fritas. La técnica para lograr el punto ideal es: echar un chorrito de aceite sobre la sartén pero nunca cubriendo del todo las patatas como en el caso de las fritas. Cuando la patata comience a perder agua, el aceite se irá dilatando y aquí debes comenzar a saltear las patatas hasta que se vayan confitando y queden tiernas, esto te debe tomar unos 10-15 minutos a fuego medio.
Una vez que tengas las patatas en su punto, es importante escurrirlas. En esta parte no debes ponerlas sobre un papel secante como normalmente hacemos con las frituras. Se escurren en una espumadera para no eliminar toda la grasa, es importante que quede un poquito cuando la incorporamos al huevo batido.
3. Con o sin cebolla
El tema sobre si la tortilla de patatas debe llevar o no cebolla es muy discutido y hay opiniones para todos los gustos. Pero la mayoría de los chefs recomienda usarlas ya que ésta le aporta un toque de dulzor a la patata y al huevo lo que complementa su sabor.
4. Calcular mal las cantidades
La cocina es una ciencia exacta y, una de las claves para que una tortilla de patatas no quede como un mazacote es que esté perfectamente compensada.
Lo ideal según los profesionales es 300 gramos de patata, 6 huevos medianos de corral y 150 gramos de cebolla. Dicha cantidad alcanza para dos a tres personas.
También es muy importante probar el punto de sal, si colocaste sal al cocinar las patatas con la cebolla ten cuidado de no agregar demasiada a la mezcla de huevo.
5. Echar el huevo sobre las patatas pochadas directo a la sartén
No intentes ahorrar tiempo al saltarte el paso de unir patata y cebolla al huevo semibatido en un bol y remover bien la mezcla, pues el resultado no será una tortilla de patatas. Si echamos el huevo directamente en la sartén, con las patatas y la cebolla ya pochadas de base, el huevo se expande sin control y las patatas no quedan uniformes por toda la tortilla.
Es importante que la mezcla esté bien homogeneizada. Y para conseguirlo hay que introducir la patata y la cebolla pochadas semicalientes en el bol con el huevo semibatido y batirlo todo bien, ¿por qué ? porque el huevo, que está atemperado, se cuajara ligeramente con el calor de las patatas lo que te garantiza una tortilla firme. Sin embargo, es bueno que el huevo quede un poco cremoso, pero claro esto depende de los gustos de cada quien.
Si la haces déjanos en los comentarios tu experiencia. Nos encantará leer sobre ello.