Barcelona, capital turística de España
España es a día de hoy el tercer país que más turistas recibe a nivel mundial, viendo cómo a sus hoteles llegan año tras año más de 65 millones de visitantes; una cifra que está constantemente en aumento y que deja al territorio cerca de la cabecera, que la ocupa nuestro vecino galo. Pues bien, ¿donde va ese enrome flujo de visitantes? Aún se mantiene en gran medida el turismo de sol y playa, pero también el cultural tiene una importancia capital, y de ahí que Barcelona haya podido aunar ambas variantes para convertirse en un auténtico polo turístico. Vamos a ver en esta pequeña guía del ocio de Barcelona un poco más.
Y es que lo cierto es que no es de extrañar, pues la ciudad cuenta con playas propias como la de Barceloneta, un magestuoso arenal situado a los pies de un no menos llamativo paseo; o directamente de los encantos de las playas y calas de la Costa Brava. Y por si eso no fuera suficiente, al estar a medio camino entre el mar Mediterráneo y la cordillera Litoral, el visitante tiene la posibilidad de meterse de lleno en la naturaleza rural con apenas circular media hora por carretera, coger un autobús desde el centro de la urbe o tomar un tren de cercanías.
Barcelona, sinónimo de cultura
El panorama cultural catalán en gran medida está concentrado en Barcelona, y ello se puede apreciar fácilmente gracias a las impresionantes iglesias románicas del casco antiguo o directamente por los grandes autores que convirtieron la capital catalana en un verdadero hervidero de arte moderno y arquitectura simbólica; son los casos de los grandes Dalí, Gaudí, Miró o Piccaso. De ellos salieron atractivos turísticos tan majestuosos como la Sagrada Familia o las casas Miró y Batlló. También cabe destacar cómo a no mucho por carretera se encuentra uno de los mejores museos de España y Europa, el Teatro-Museo Dalí (se encuentra en Figueras, Gerona).
Y ahí no queda la cosa, pues Barcelona os ofrece la posibilidad de visitar su magnífico zoo, de pasar la tarde en el increíble parque Güell, de visitar su barrio gótico o mismamente de disfrutar de un concierto en el Palacio de la Música Catalana o de ver en directo un partido del FC Barcelona en el Camp Nou. Y es que desde que en 1992 se disputaran en la ciudad los juegos olímpicos mucho ha cambiado la urbe, pues Barcelona tuvo un resurgir que la catapultó hasta lo que es a día de hoy, una ciudad vanguardista que se ha convertido en un núcleo turístico mundial.
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