10 lugares que parecen de película

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Vizcaya, un territorio de leyenda que os espera con los brazos abiertos

A poco que se pregunte por Vizcaya en el resto de España a la mayor parte de la gente lo que le vendrá a la cabeza es Bilbao, una ciudad que se ha convertido en un icono internacional gracias a su desarrollo urbanístico durante las últimas dos décadas. Pero, ¿hay algo más allá de museo Guggenheim? Pues claro, y por ello en esta ocasión vamos a ver 10 lugares para descubrir en Vizcaya.

Qué visitar en Vizcaya

Castillo de Butrón

A pocos kilómetros de Bilbao, y a un palmo de la carretera que conecta Urdúliz con Mungia a través de Gatika, se encuentra uno de los castillos más hermosos de España, el Castillo de Butrón. Se trata de una construcción cuyos orígenes se remontan a la edad media, pero que sin lugar a dudas cobró fama con la reconstrucción que el Marqués de Cubas llevó a cabo en el siglo XIX erigiendo el castillo de cuento de hadas que en estos momentos conocemos. Lamentablemente no se puede acceder al interior, pero sin lugar a dudas merece una visita. No os podréis perder el cafecito con tarta que en la taberna de enfrente os ofrecerán.

Castillo de Butrón
Castillo de Butrón – Fotografía de Aitor Aguirregabiria

Monte Gorbea

El monte Gorbea es uno de los iconos vascos por excelencia, y especialmente para los vizcaínos, quienes a diario lo suben con orgullo en solitario o en familia. Se trata de un entorno natural protegido con cumbres de fácil acceso e ideales para contemplar la salvaje naturaleza mientras se hace deporte. Se puede acceder desde varios puntos, pero la mejor opción pasa por hacerlo desde Pagomakurre, una zona elevada del municipio de Areatza. También se puede subir a pie desde el pueblo cruzando por delante de la pirotecnia Astondoa, pero hay que estar muy seguro de querer hacer deporte para ello.

San Juan de Gaztelugatxe

A medio camino entre Bermeo y Lekeitio se encuentra uno de los islotes más famosos del norte de España; su nombre es San Juan de Gaztelugatxe, y toma ese topónimo más que nada por la ermita que hay en la parte superior de la pequeña isla rocosa. Se puede acceder bajando a pie desde el restaurante que hay en el mirador; pero eso sí, nadie os evitará la subida de unos 200 escalones hasta el templo. Dice la leyenda que si tocáis la campana pidiendo un deseo se cumplirá.

Cueva de Pozalagua

¿Alguna vez habéis visto una cueva por dentro, sintiendo la humedad que penetra en los huesos y llorando ante la emoción de ver cómo los milenios han transformado el subsuelo? Pues entonces lo mejor es que os deis una vuelta por la cueva de Pozalagua, en el municipio de Carranza. Por cierto, esta zona de la provincia, si bien queda un tanto a desmano de la capital, es de obligada visita si queréis conocer cómo es la Vizcaya rural, agraria y original; antes de que la provincia se convirtiera en el núcleo internacional que es a día de hoy.

Puente colgante

A pocos kilómetros de Bilbao os podréis encontrar con una de las construcciones más legendarias de Vizcaya, y si me apuráis de todo el País Vasco; me refiero al puente colgante. Oficialmente se denomina “Puente de Vizcaya“, y es el puente colgante en activo más viejo del mundo. Una auténtica obra maestra que hace no muchos años fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Os recomendaría que si vais de viaje os hicierais una parada en las tiendas que pueden encontrarse a los lados y comprarais un pase para cruzar andando por la pasarela superior. Las vistas son increíbles, y la sensación de tener bajo vuestros pies el mundo, indescriptible. Cuando vayáis a bajar hacedlo por el mismo ascensor que habéis empleado para subir y aprovechad para cruzar en la cabina. ¿Y para volver? ¡Pues en bote! -Os salen a un lado del puente-.

La Arboleda

La Arboleda es un barrio de Trapagarán situado en plena cordillera de los Montes de Triano, a unos 400 metros de altura y pasando la zona de larreineta. Y si ya de por si la zona fue en su momento el centro neurálgico de la minería vasca y española, aquí el entorno se ve “marciano”; se puede ver una de las minas a cielo abierto más espectaculares. Ahora bien, como está abandonada desde hace más de 50 años, con el tiempo ha ido creándose, de manera natural, un lago en la zona; quedando de esta manera configurado un paisaje que sorprendería hasta al más incrédulo. Por cierto, es típico hacer una parada en los restaurantes que ahí se encuentran para comer alubias. Y si vais un domingo no os perdáis el puesto ambulante de Florencio, en el parking principal -junto al albergue-. Ahí podréis comprar los mejores productos de la tierra llevados directamente desde los caseríos.

Plencia

En el extremo de la línea 1 del metro os encontraréis con uno de los pueblos más acogedores y bonitos de la provincia, me refiero a Plencia. Se trata de un municipio con pasado pesquero y presente turístico que os maravillará por su magnífico paseo bordeando la ría hasta desembocar en la bahía de Plencia. Veréis cientos de pequeñas embarcaciones amarradas en el fondo marino, playas de gran tamaño, casas señoriales, y si os arrimáis al extremo del paseo, ya en territorio de Gorliz, incluso tendréis la posibilidad de acceder al faro y a los restos de las defensas de la guerra civil.

Playas de Plencia y Gorliz
Playas de Plencia y Gorliz – Fotografía de macosluky

Archanda

Sin lugar a dudas Archanda es uno de los montes donde los vizcaínos gustan ir a menudo, ya que más allá de que se encuentre a pocos metros del centro de la capital, os permitirá tener unas magníficas vistas de toda la ciudad. Y si os movéis a la otra parte del monte -15 minutos andando- podréis ver el aeropuerto de Loiu a vista de pájaro.

Museo Guggenheim

Como no podría ser de otra manera no puede haber una visita a Vizcaya sin pasar por el icónico museo que tanta fama ha dado a Bilbao, situándolo en el mapa mundial; el Guggenheim. Se trata de una de las construcciones más increíbles de cuantas veréis, y a su vez una de las más populares. Ahora bien, lo bonito es el edificio, porque lo que es el contenido, pues…no. Si queréis ver arte acudid al Museo de Bellas Artes de Bilbao, que se encuentra apenas a 300 metros, en pleno parque de Doña Casilda.

Acantilados de Aizkorri

Si os apasionan los paisajes extremos, solitarios y hermosos os convendrá hacer una visita a la costa de Getxo, y más especialmente a los acantilados de Aizkorri. En esta franja de terreno violentado por la erosión del mar os encontraréis con un paisaje abierto al océano y a la imaginación, donde cada poco os cruzaréis con los arenales que muestran cómo en su día fue la zona. Por cierto, el área es uno de los mejores puntos a nivel nacional para estudiar el desarrollo geológico, pues las diferentes capas del subsuelo, correspondientes a diferentes épocas, se ven claramente.

¿Os gustaría conocer vizcaya más a fondo? Pues entonces no os lo penséis dos veces, pues esta tierra de marineros y baserritarras os espera con las manos abiertas y un buen queso de oveja en la mesa. ¿A qué esperáis para viajar?